El barbero de la calle Arenal 24
Un babero es una persona aduladora.
Barbero es toda aquella persona que tiene por oficio cortar o afeitar la barba…
Introducción
Corrían casi las 2 de la tarde. Su compañero de piso estaba durmiendo tranquilamente.
Vanessa llegaría en algo menos de media hora.
Todo en orden, todo tranquilo. Todo exactamente como debería ser y estar.
La joven vive y el viejo muere, me parece justo.
Espera un momento, empecemos por el principio.
Eran mediados de diciembre del año 89, el muro había caído, sí.
Sin embargo, todavía seguían existiendo barreras. Muchas barreras infranqueables para algunos y no para otros.
Esto no era el caso de Avor. Avor yacía tranquilamente en la cama y Sergey había desaparecido para siempre.
Avor no era un barbero, no. Era un actor secundario digno de ser el protagonista de esta historia.
Así pues, que comience el desarrollo de la misma.
Sergey
Sergey no era nadie. ¿Alguna vez habéis visto un don nadie? Seguro que sí.
Vas por la calle, pasas a su lado y no lo ves.
Entras al metro, le miras directamente a los ojos y es como que no ves nada.
Te pide ayuda, una limosna, algo para comer, para vivir… pero en ningún momento le escuchas…
Espera, me suena ese tipo de persona…
A ver… ¡no!, está claro, jamás conocí a Sergey y mucho menos a nadie como él.
Así fue como nadie le extraño, nadie notó su ausencia, nadie le echó en falta.
¡Eso es! Así fue como Avor borró de la faz de la Tierra a Sergey sin que nada ni nadie se enterara jamás.
El baño
Todo terminó sucediendo en aquel baño. Sin embargo, aquello parecía limpio, es más, estaba limpio.
Estaba perfectamente limpio. Avor se había asegurado de borrar todo rastro de sangre.
Las paredes, suelo y resto de elementos estaba completamente limpio.
Ni ningún rastro que la policía pudiera encontrar por más que investigara.
Sólo unas horas antes, lucía un color rojo sangre…
Así es tal y como lo recuerda y recordará siempre que Avor pensara en aquel baño.
Fue rápido, fue sencillo y lo mejor de todo, fue emocionante.
Mientras Avor afeitaba a Sergey con una navaja recién comprada, lo degolló sin que este sufriera.
En el fondo, no es lo que Sergey quería pero qué mas daba. A nadie le importó.
Una vez dejó de salir sangre, procedió a cortar en pedazos el cuerpo inerte que yacía en el suelo.
Tiró uno por uno los pedazos de aquel cuerpo mientras sus pertenencias ardían en el horno.
Lo mejor de todo es que su compañero seguía durmiendo.
Espera un momento, alguien se acerca… Haz como que nada hubiese pasado.
Tengo que dejaros y que esto quede entre nosotros. Será nuestro pequeño Secreto.